Los perros dicen que los gatos aman demasiado,
que son irresponsables, peligrosos, y enfrÃan las sobremesas
con el cuento de sus siete vidas.
Bueno, tienen suerte. Déjalos ser
siete veces vividos, contradictorios,
lo bastante curiosos para cambiar, dispuestos
a pagar el precio gato, que es morir
y morir, una y otra vez,
cada vez con el mismo dolor.
Y lo que tienen que decirnos los gatos
tras cada regreso del infierno
es esto: que morir es lo que hacen los vivos,
que morir es lo que hacen los amantes,
y que son perros muertos los que no saben
que morir es lo que, para vivir, cada uno de nosotros
tiene que hacer.