"Conozco a LluÃs Segura desde hace mucho tiempo. Fue alumno mÃo en los primeros años en que me estrenaba de profesor y ya entonces dio muestras de un talento y capacidad de trabajo dignos de encomio. Formaba parte de los miembros más brillantes de aquellas clases y, de hecho, algunos de sus compañeros que siguieron la carrera universitaria son hoy catedráticos.
Pero llegado el momento, cuando LluÃs tuvo que optar por hacer su tesis doctoral —que me ofrecà a dirigirle— prefirió adentrarse por los senderos laborales de la industria privada. La universidad se perdió un profesor excelente pero la empresa ganó un emprendedor de gran altura de miras, capacidad práctica y —cosa