¿Ciudadano del espÃritu?
-Ciudadano de una realidad intuida en mi propia soledad y en la de las muchedumbres.
-Ciudadano de otra patria, percibida en el tañer de las grandes preguntas, las que nadie satisface.
-Ciudadano de la luz, inexplicablemente embrujado en la carne.
-Ciudadano de un universo mágico del que sólo me queda la nostalgia.
-Ciudadano de la VIDA, de la que sé que procedo y que, ahora, sólo puedo soñar.
-Ciudadano del «gran cÃrculo» —el de la eternidad—, con la memoria temporalmente borrada.
-Ciudadano habitado por un Dios, reflejado en la bondad de los otros.
-Ciudadano de un «más allá», ahora hechizado por un guiño divino.
-Ciud