Pensamientos lunáticos, amantes de descabelladas ideas, protagonistas de tormentas asfixiantes, alimentados de peligros, sin medios que justifican ni “fines que llegar”, denominados autosuficientes, por otros miserables, hipócritas, o inclusive anatemas.
Pero que saben ellos si el destino les tuerce la mano o les corta sus lenguas, quien sabe si mañana los llamaran superhéroes, fortalecidos por el pensamiento de ser maquinas indeducibles, acompañados de fuertes corrientes las cuales se desconocen su porvenir , esclavizados a saber, elegidos por la nada elegidos por el todo, dueños del equilibrio, unidos por la fuerza del conocimiento, predestinados a conocerse, incrustados con