La alegrÃa del triunfo
Señor, el rey se regocija por tu fuerza,
¡y cuánto se alegra por tu victoria!
Tú has colmado los deseos de su corazón,
no le has negado lo que pedÃan sus labios. Pausa
Porque te anticipas a bendecirlo con el éxito
y pones en su cabeza una corona de oro puro.
Te pidió larga vida y se la diste:
dÃas que se prolongan para siempre.
Su gloria se acrecentó por tu triunfo,
tú lo revistes de esplendor y majestad; le concedes incesantes bendiciones,
lo colmas de alegrÃa en tu presencia. SÃ, el rey confÃa en el Señor