Dejando de lado el asunto de la existencia de Dios pendiente para alguna conversación, nos limitaremos a estipular que de alguna forma los organismos unicelulares aparecieron en este planeta e inmediatamente intentaron eliminarse los unos a los otros, ya fuese ocupando todo el espacio disponible con copias aproximadas de ellos mismos o por medios más directos que no precisan mayores explicaciones . La mayorÃa falló, y su legado genético desapareció para siempre del universo, pero algunos encontraron la forma de vivir y propagarse. Después de unos tres mil millones de años de una fuga estrafalaria y a menudo tediosa de carnalidad y carnicerÃa nacà yo, en alguna ciudad perdida del su