Aprende a nacer del dolor y a ser más grande que es el más grande de los obstáculos.
MÃrate en el espejo de ti mismo.
Comienza a ser sincero contigo reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte.
Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo, reconociéndote a ti mismo, más libre y fuerte, y dejarás de ser un tÃtere de las circunstancias.
Porque Tú mismo eres el destino y nadie puede sustituirte en la construcción de tu destino.
Tú eres parte de la fuerza de la vida.
Nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.
P.N.