Tengo el convencimiento, de que las obras más perfectas, de los imperfectos seres humanos, son aquellas que nacen del corazón.
Y puesto que con absoluto convencimiento y descaro quiero ser llamado alguna vez, “Maestro”, intentaré cumplir con la asignación de definir, lo que esto es, desde la perspectiva de mí propio corazón, sinceramente, sin ruborizarme y convencido de lo que pienso, tanto, que lo escribo y rubrico. Hasta que alguien, tal vez algún genuino Maestro, es decir, un ser humano menos imperfecto que yo, me enseñe lo que esto es, realmente.
“Ser Maestro” es tener la vocación de vivir con pasión, la ciencia y el arte, de esculpir el cuerpo, la mente y el espírit
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