Iba un señor caminando por la calle, llovÃa mucho y hacÃa frÃo, cuando vio en el cordón de la vereda a un perrito, sin abrigo, empapado, flaco, y, mirando al cielo preguntó indignado: ¿Dios cómo es posible que este animal tenga que pasar por este sufrimiento y vos no hagas nada por él?. A lo que Dios respondió : Te equivocas, estoy haciendo algo por él, te puse a TI en su camino para que lo ayudes"