Un pequeño en su oración le preguntaba a Dios:
Señor, sé que tú eres mi creador, que me has dado todo a cambio de nada, me has enseñado que debo esperar todo de ti, que contigo nada me podrá faltar, pero sabes, tengo una profunda duda y esta noche quisiera preguntarte, ¿Señor, tú me necesitas? ¿Por qué me creaste? , si tú lo eres todo y eres infinito me pregunto a mi mismo, siendo un ser tan pequeño e insignificante ¿podré servirte de algo? ¿Acaso me necesitas?
Continúa la metáfora...
- Hijo mÃo, en tu pequeñez está tu grandeza, tú sintetizas toda la maravilla de la creación.
Pero Señor, soy solamente uno más entre 5,500 millones de seres humano