El agente que transmuta el plomo del deseo en el resplandor dorado de la paz es la consciencia.
El mayor alquimista del mundo es el corazón.
Busco la expresión de mi verdad y la libertad, me encanta conocer personas tranquilas con sentido del humor, me gusta la sinceridad y la inteligencia; me gusta el respeto: la diplomacia; me fascina el chocolate, la fresas y los gatitos.
La palabra ''Dios'' resume todo lo que me mueve y ''corazón'' todo lo que muevo.
Siento que el mundo está orientado a la luz espiritual; doy gracias a Dios por las enseñanzas de Luz: Rosacrucismo, Hermetismo, Cabbalah; en cuanto a filosofía y me ha formado la Teosofía.
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