Mis primeros recuerdos inician, buscando una oportunidad para estudiar la primaria. Al no tener apoyo, empiezo a trabajar en una casa de habitación, a la edad de doce años, mi trabajo consistÃa en ser compañÃa de unas maravillosas señoras que me dieron mucha seguridad. Trabajaba en la mañana y asistÃa a la escuela en la tarde. Conocà del evangelio a los siete años y la palabra de Dios se convirtió en mi principal libro de consulta y estudio. Mi madre, una madre adolecente, que lo único que me pudo aconsejar era que siguiera mis sueños, pero que tenia que ver como lo lograba. porque ella ya con cuatro hijos más no me podÃa ayudar. Esa libertad la use para seguir adelante en