No tengo fortuna ni oro, ni lujos, ni privilegios, ni me asustan amenazas, ni me asombran los destellos. Yo solo tengo una meta y un infinito deseo mantenerme siempre honesto y despedirme sereno y poseer en mi esp鱈ritu, lealtad a un juramento, voluntad que no se rinda, fe en lo que hago y profeso, y un inmaculado grito por robustecer mi Patria, y defender a mi Pueblo.
EFE.