No soy lo que buscas, no soy alta, no tengo buen cuerpo, pero no me dan miedo las calorÃas. Si paseamos seguramente me tome un helado; me gustan las cosas dulces, pero también lo soy yo tanto que, tal vez, decidas comerme a mi. Siempre pierdo al billar, pero soy un as jugando a las cartas. Es cierto que a veces miento, pero mis mentiras son tan creibles que ni te darás cuenta. Lloro demasiado, pero soy tan divertida a veces que te dolerá cada centÃmetro del cuerpo de tanto reirte. Me rÃo muy a menudo, la verdad, pero tengo una risa tan vital que cuando la oigas estarás siempre a la espera para oÃrla otra vez. Nunca me han enseñado a sonreir. Hablo demasiado y me enfado muy deprisa,