Soy niño con ecos de llanto.
Soy vagabundo y anciano
tiritando y abrazado a la noche.
Soy gorrión abrigado de árboles
ocultandose de lágrimas de lluvia.
Soy botella arrojada al océano.
En ella viaja a la deriva,
el trozo de papel de mis sentimientos.
Mis silencios, mis gritos.
Soy cariño, caricia, candor,
que baila con tu sonrisa.
Apareces cuando cierro los ojos.
La llama de mi palabra prende tu nombre.
El rumbo de mi camino persigue tu estela.
Y la vida te reclama. DÃa tras dÃa.
Arrañándote el vientre.
He robado al cielo negro
voces que de tà venÃan.
He visto en el horizonte verde
la profundidad de tus ojos.
Y espuma rota de olas
he visto