鈥淒urante miles de a帽os los seres humanos hemos podido disfrutar del mejor regalo que los dioses dieran jam谩s a ning煤n ser vivo: la brisa, el viento, el hermano Sol y la hermana Luna, campos y praderas donde ver crecer a nuestros hijos, amaneceres ba帽ados con el perfume que estornudan las flores en primavera, puestas de sol decoradas con los sue帽os a煤n por conseguir y aunque parezca mentira, inteligencia. Pero el hombre blanco despreci贸 aquel tesoro, y a medida que la vida le sonre铆a, 茅l le contestaba dando patadas al destino.
El fin de esta civilizaci贸n se debi贸 al ego铆smo, codicia e incultura de la raza humana. Los hombres ya no somos mam铆feros, el ser humano no se convirti贸
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