Era una chica preciosa y nerviosa, dec铆a que s贸lo le gustaban las canciones tristes. Ten铆a unos zapatos rojos que s贸lo le tra铆an problemas. Los chicos se quejaban, dec铆an que no se tomaba nada en serio, no es que no fuera buena, es que no parec铆a volverse loca con aquello. A ella no le importaba demasiado lo que pensaran, ten铆a sus propios asuntos en la cabeza. Algunos le preguntaban qu茅 mierda estaba esperando y ella siempre dec铆a: soy como esas minas ocultas en el campo de batalla, s贸lo sirvo para destrozar a un buen soldado una sola vez..."
Me gusta el milo en exceso, el pueblo de mi mam谩, andar a p铆e pelao, las almojabanas de Bosconia, los perros chandosos (y qu茅), el a
We鈥檝e updated our privacy policy so that we are compliant with changing global privacy regulations and to provide you with insight into the limited ways in which we use your data.
You can read the details below. By accepting, you agree to the updated privacy policy.
