Desde el comienzo de la práctica empresarial, siempre han sido necesarias diferentes fases de evolución en la gestión. Conceptos como la estrategia empresarial, la definición de planes de negocio, establecimiento de indicadores, planificación, definición de procesos, y asà de manera interminable, se constituyen en un compendio de herramientas que llegan a perder su eficacia por su compleja sucesión y tratamiento. En ese maremágnum de definiciones y procedimientos tienen su ámbito los consultores, los asesores, los auditores, y en definitiva un conglomerado de profesionales que evidencian determinados comportamientos en las empresas aportando su conocimiento para indicar los cambios